viernes, 1 de abril de 2011

A lo Hilary Swank

Hoy ha sido uno de esos putos días de mierda. Si, cuando estoy jodida, utilizo un lenguaje soez, permitaseme. Decía, que hoy ha sido un jodido día. No ha pasado nada en especial, sólo es el runrún clásico que me acompaña de vez en cuando.A veces pienso que no debería comerme tanto la cabeza, que debería dejar a mi gente con sus cosas, con sus problemas y limitarme sólo a escuchar y aconsejar, pero sin demasiada implicación. La verdad es que no puedo hacerlo. No soy así y,eso,me da rabia de mi misma. Luego me acabo comiendo yo la cabeza y teniendo mil y una ralladas. El caso es que tengo una mochila muy grande en mis espaldas, donde echo mis problemas, los problemas de Leo, los problemas de mi madre, los de mi padre, los de mi hermana y...supongo que los de mi hermano también. Y digo que supongo, porque últimamente es para lo único que hablamos, para problemas, única y exclusivamente. Soy una persona de no llorar, de no contar las cosas, de distancia, de frialdad, pero necesito que las cosas sigan como antes. Necesito sentir la cercanía de mi hermano o de mi hermana y no la tengo. Eso desmorona, descoloca, perturba y sobre todo, y por encima de todas las cosas, duele. Las cosas han cambiado. Hay 400 putos kms de distancia de por medio y,supongo, que cada uno sigue su vida, hace su camino y cambia. El problema es que yo no lo hago, yo me mantengo igual, esperando que los demás tampoco cambien. Sonrío en días que me apetece una mierda, incluso gasto bromas absurdas para que los otros me vean bien, que nadie sospeche de mi tristeza, mejor guardarla en la mochila que llevo a la espalda. Me pregunto qué pasará el día en que la mochila pese tanto, que mi espalda ya no la soporte más. He acabado mi día en un puto ring. Sí, mis 20 años de kárate sirven para repartir donde sea. El caso es que tengo un buen amigo por aquí, alguien que no pregunta lo que te pasa, alguien a quien puedo llamar como hoy y decirle, "¿puedo ir a tu antro gimnástico?", alguien que no me cobra un duro por ir a su antro gimnástico, alguien que me deja hacer King Boxing, primero con un saco y luego con una tipa que no conozco, pero que empiezo a conocer de tantas hostias que nos hemos dado hoy y otros días. Sin más. Sin preguntas. Sin tener que contar mis penas y, por lo tanto, sin tenerlas que recordar. Me he desahogado y pegar puñetazos, siempre me ha ido genial y siempre me ha recordado a Million dollar baby y a Hilary Swank. Hoy ha sido un día jodido y, lo peor, es que la situación no va a cambiar, nisiquiera a mejorar. Mis puntos de apoyo se van, se pierden. Tal vez sea mejor así. Caminar sóla tampoco tiene que ser tan dificil,no?

2 comentarios:

  1. Joder, nena, qué duro y no sé qué decirte. :(

    ResponderEliminar
  2. Me he sentido exactamente así toda mi vida, y sobre todo, estos últimos meses.
    Me da impotencia cuando leo cosas que parece que he escrito yo, porque quiero decir tanto, y a la vez me siento rídicula dando consejos sin aplicarmelos yo primero.
    Solo te puedo decir que después de todas mis experiencias, después de cargar tanto mi propia mochila, me ha llegado a pesar tanto que he echado mi vida a perder en demasiadas ocasiones por sensaciones que nisiquiera eran reales, simples percepciones mías de cómo está el otro conmigo. El depender tanto de los demás, y sobre todo, implicarte con ellos pero no dejar que se impliquen contigo, a veces nos ahoga tanto que trastorna la realidad, y cualquier gesto tonto lo interpretamos como rechazo o abandono, cuando en realidad, el otro simplemente este haciendo su vida como deberíamos estar haciendo nosotras la nuestra sin analizar cada mínimo detalle de nuestras relaciones con los demás. A veces es cierto que se distancian de nosotras, que hay conflictos por miles de razones, pero eso tampoco merece que abandonemos nuestra vida en manos de los demás.
    No es cuestión de estar sola, sino de rodearte de aquellos que realmente te quieren y aceptan, no malinterpretar ni analizar cada gesto y cada palabra, querer pero sobre todo, dejarte querer también, y no echarte problemas y cargas que no te corresponden, porque así, ni ayudamos a los demás ni nos ayudamos a nosotras, todo lo contrario, lo empeoramos todo con un sufrimiento innecesario.
    En fin, si necesitas hablar del tema, aquí tienes una experta en situaciones de este tipo. Y si yo estoy pudiendo solucionarlo, tú podrás también, eres una chica inteligente, confío en ello.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar