Peter Pan amenaza

Casi todos los fines de semana son deseados. Quizás este lo ha sido más para mi por como se han desarrollado las cosas a lo largo de la semana. Incluso, parece que mis viejas amigas han querido ponerse en mi contra. Hasta mi guitarra se ha desafinado y ha sonado como el culo hoy cuando la he empezado a tocar. Pero de las malas experiencias vitales, salen las mejores composiciones sentimentales, esas que hacen que por unas horas te evadas del mundo que te rodea y que te centres en ti, en lo que sientes y en lo que padeces. Quizás hoy, cuando el frio de la noche nos llene el cuerpo y tengamos unas copas de más en ese parking donde todos somos autenticos colegas desconocidos, las letras escritas en este folio suenen como cada sábado. Se volverán a acercar los desconocidos que ya se tornan en conocidos y entre todos intentaremos arreglar este puto mundo loco de atar. Pondremos verdes a los que nos hieren a diario, sin nisiquiera saberlo y ensalzaremos a los ídolos que se mantienen todavía de pie y a aquellos que ya han caido. Viviremos, beberemos y consumiremos el fin de semana deseando que nunca temirmine y pensaremos en los nuestros que están sólo a unos kilimetros de distancia, pero que son nuestra tabla de salvación cuando creemos que moriremos ahogados. Y pensaremos en los nuestros que ya no están con nosotoros. Por vosotros, seguiremos quemando la vida como vosotros lo hicisteis.