Lo divino y lo mundano

Lo mismo puedo ver la gala de los Goya, para ver como se reparten premios y elogios los actores y actrices patrios, que poner Sálvame y ver como Belén Esteban se come un plátano que genera una discordia absurda y chabacana en plató, que ver un buen Barça- Real Madrid o un docuemental en el National Geographic sobre los manatíes ( guiño a la gran Jenny Schecter).

Lo que me pone de los nervios es qe alguien pueda criticarme por ello. Tengo un conocido, para el que todo lo mundano y vanal es sencillamente inadmisible. Es incomprensible para él, que una persona con estudios superiores, diplomatura para ser exactos, tenga la desfachatez de ver Gran Hermano y todo lo que ello conlleva. Según él, donde esté un documental sobre la vida y gloria de Teresa de Calcuta, es mucho más acorde con el nivel intelectual de un diplomado. Soberana tontería. Conste que yo, que me considero,sin tirarme muchas flores, culta, veo Gran Hermano, y el fin de semana pasado me fui a Barcelona, al Camp Nou, a ver el fútbol, y me fui con mi libro,no al campo obviamente, un libro de vanalidades, de una autora,Marian Keyes, de la que hablaré en otro momento. Pero también aproveché el viajecito en cuestión a la Ciudad Condal, para visitar el Museo Picasso e irme a ver la Casa Batlló, La Pedrera, La Sagrada Familia y resto de monumentos típicos de Barna.

Me refiero a que no veo el por qué no se puede mezclar en un mismo cuerpo o cerebro lo divino y lo mundano, leerse La Celestina y al mismo tiempo ver Los Hombres de Paco o Gran Hermano. Creo firmemente que lo mundano ha de estar presente en nuestras vidas. Lo vanal es necesario, en su justa medida como todo, pero necesario a fin de cuentas.

Asi que, divinos y mundanos, vivir y dejar vivir!