De tambores, trompetas y espacios vitales.

Que abandonado tengo esto...la verdad es que siempre me acuerdo de publicar una nueva entrada, cuando estoy en la calle o tirada en el sofá, pero la perrería le puede a mis ganas de teclear.

Menos mal que ha terminado la Santa Semana o Semana Santa, como querais. Me resulta muy curiosa esta semana. La verdad es que es prácticamente imposible que pase desapercibida para ateos, religiosos y la mezca de ambos. Si no ves los pasos, los escuchas. Las calles se petan de gente viendo imagenes y escuchando bandas musicales. Es chulo, ojo, chulo, no quiero decir con esto que me guste la Semana Santa, pero tampoco me desagrada. Creo que es un poco como una convivencia de la gente. Unariqueza cultural, que no debe perderse (me lloverán críticas por lo que acabo de escribir, seguro!). Aqui en el pueblo de Alicante en el que vivo, los nazarenos reparten caramelos, si,si, caramelos. Una tradición curiosa, pero con cierta lógica from my point of view, es decir, creo que si los nazarenos no repartiesen caramelos, las generaciones venideras, a la larga, pasarían olimpicamente del jolgorio que se monta aqui y la Semana Santa,terminaría desapareciendo, como todas las santas tradiciones de la vida.

Ha sido tiempo de visitas familiares, de presentaciones de la familia a anestesistas compañeros (te cagas con el cuadro!!) de confidencias, viajes a pueblos cercanos y de comer y beber a tutiplén.

Lo que no soporto de este tipo de fiestas o de cualquier aglomeración masiva y popular es la invasión del espacio vital, por parte de la gente que no conozco o que conozco poco...En serio, yo no invado el espacio vital de las personas, porque las personas invaden el mío? Es algo que nunca entenderé, pero que seguiré intentandolo, en serio.